La promesa de la investigación sobre el cáncer de próstata
Médicos en todo el país están llevando a cabo muchos tipos de estudios clínicos (estudios de investigación) en los cuales la gente participa voluntariamente. Esto incluye estudios de las formas de prevenir, detectar, diagnosticar y tratar el cáncer de próstata; estudios de los efectos psicológicos de la enfermedad; y estudios de las formas de mejorar la comodidad y la calidad de vida. La investigación ha llevado ya a importantes adelantos en estas áreas y los investigadores continúan buscando enfoques más efectivos.
Las personas que participan en los estudios clínicos tienen la primera oportunidad de beneficiarse de los enfoques nuevos. Ellas hacen también contribuciones importantes a la ciencia médica. Aunque los estudios clínicos pueden representar algo de riesgo, los investigadores toman todas las precauciones para proteger a las personas que participan.
El hombre interesado en participar en un estudio clínico deberá hablar con su médico. Tal vez querrá leer La participación en los estudios clínicos: Lo que los pacientes de cáncer deben saber y La participación en estudios clínicos: Estudios para la prevención del cáncer. Estos folletos del Instituto Nacional del Cáncer describen cómo se realizan los estudios de investigación y explican sus beneficios y riesgos posibles. El sitio de la Web del Instituto Nacional del Cáncer proporciona información general acerca de los estudios clínicos. También ofrece información detallada sobre estudios específicos en curso de cáncer de próstata al estar enlazado al PDQ®, una base de datos de información sobre el cáncer desarrollada por el NCI.
Causas. Aunque los investigadores conocen varios factores de riesgo del cáncer de próstata, todavía no están seguros de por qué un hombre desarrolla esta enfermedad y otro no. (Los factores de riesgo que se conocen, los cuales incluyen la vejez, están en la sección: “Cáncer de próstata: ¿Quién tiene el riesgo?”)
Algunos aspectos del estilo de vida del hombre pueden afectar su probabilidad de desarrollar cáncer de próstata. Por ejemplo, alguna evidencia hace pensar en una relación entre la dieta alimenticia y esta enfermedad. Estos estudios muestran que el cáncer de próstata es más común en poblaciones que consumen una dieta con un alto contenido de grasas (especialmente grasa animal), y en poblaciones que tienen dietas que carecen de ciertos nutrientes. Aunque no se sabe si una dieta baja en grasa prevendrá el cáncer de próstata, sí puede tener muchos otros beneficios para la salud.
Algunos estudios sugieren que los niveles elevados de testosterona pueden aumentar el riesgo de cáncer de próstata. La diferencia ente los grupos raciales en cuanto al riesgo de cáncer de próstata podría estar relacionada con niveles elevados de testosterona, pero podría también ser el resultado de la dieta o de otros factores del estilo de vida.
Los investigadores están también buscando cambios en los genes que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Están estudiando los genes de hombres que fueron diagnosticados con cáncer de próstata a una edad relativamente joven (menos de 55 años) y los genes de familias en las que varios miembros han tenido esta enfermedad. Sin embargo, es necesario trabajar todavía más para que los científicos puedan decir exactamente qué relación tienen estos genes con el cáncer de próstata. Los hombres que tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata y que se preocupan de haber heredado el riesgo de esta enfermedad deberán hablar con su médico. El médico puede recomendar consultar a un especialista en genética.