Efectos secundarios del tratamiento

Es difícil limitar los efectos del tratamiento de tal forma que sólo se extirpen o destruyan las células cancerosas. Ya que es posible dañar las células y los tejidos sanos, el tratamiento causa con frecuencia efectos secundarios no deseados. Los médicos y el personal de enfermería explicarán los efectos secundarios posibles del tratamiento.
Los efectos secundarios del tratamiento del cáncer dependen en gran parte del tipo y extensión del tratamiento. También, cada paciente reacciona en forma diferente. El Instituto Nacional del Cáncer proporciona folletos útiles e informativos acerca de los tratamientos del cáncer y sobre cómo superar los efectos secundarios, tales como Know Your Options: Understanding Treatment Choices for Prostate Cancer y la Radioterapia y usted. Tal vez los pacientes querrán también leer Consejos de alimentación para pacientes con cáncer. Vea “Recursos informativos del Instituto Nacional del Cáncer” y “Otros recursos informativos” para fuentes adicionales de información sobre efectos secundarios.

Espera vigilante. Aunque los hombres que escogen la espera vigilante evitan los efectos secundarios de la cirugía y radiación, puede haber algunos aspectos negativos en esta elección. La espera vigilante puede reducir la oportunidad de controlar la enfermedad antes de que se disemine. También, hombres de más edad deberán tener en cuenta que puede ser más difícil manejar la cirugía y la radioterapia a una edad más avanzada.

Algunos hombres pueden decidirse contra la espera vigilante porque sienten que estarían incómodos viviendo con un cáncer sin tratar, aun cuando sea un cáncer que parece que crece lentamente o que no crece del todo. El hombre que escoge la espera vigilante pero más tarde tiene preocupación o ansiedad deberá hablar con su médico acerca de estos sentimientos. Casi siempre hay disponible un enfoque diferente de tratamiento.

Cirugía. Los pacientes se sienten incómodos con frecuencia durante los primeros pocos días después de la cirugía. Su dolor se puede controlar generalmente con medicina y deberán discutir con el médico o con el personal de enfermería acerca del alivio del dolor. El paciente usará un catéter (un tubo insertado dentro de la uretra) por un período que va de 10 días a 3 semanas para drenar la orina. El personal de enfermería o el médico mostrarán al hombre cómo cuidar del catéter.

Es común también que los pacientes se sientan extremadamente cansados o débiles por un tiempo. El tiempo que tarda la recuperación de una operación varía.

La cirugía para extirpar la próstata puede causar problemas a largo plazo, incluso una lesión en el recto o incontinencia urinaria. Algunos hombres pueden tener impotencia permanente. La cirugía conservadora de los nervios tiene el propósito de evitar el problema de la impotencia. Cuando el médico puede usar cirugía conservadora de los nervios y la operación es completamente satisfactoria, la impotencia puede ser sólo temporal. Aún así, algunos hombres que tienen este procedimiento pueden quedar impotentes en forma permanente.

Aquellos a quienes se hace una prostatectomía ya no producen semen, como consecuencia tienen orgasmos secos. Los hombres que desean tener hijos pueden pensar en un banco de esperma o en un procedimiento de recolección de esperma.

Radioterapia. La radioterapia puede hacer que los pacientes se sientan cansados en extremo, especialmente en las últimas semanas del tratamiento. El descanso es importante, pero los médicos recomiendan generalmente que los pacientes traten de mantenerse tan activos como sea posible. Algunos hombres pueden tener diarrea o necesidad frecuente e incómoda de orinar. Cuando los hombres que tienen cáncer de próstata reciben radioterapia externa, es común que la piel en el área tratada se ponga roja, seca y sensible. La radioterapia externa puede también causar la caída del pelo en el área tratada. La caída de pelo puede ser temporal o permanente, dependiendo de la dosis de radiación. Ambos tipos de radioterapia pueden causar la impotencia en algunos, pero la radioterapia externa tiene más probabilidad que la interna de dañar los nervios que controlan la erección. Sin embargo, la radioterapia interna puede causar incontinencia temporal. La radioterapia interna no causa comúnmente efectos secundarios a largo plazo.

Terapia hormonal. Los efectos secundarios de la terapia hormonal dependen en gran parte del tipo de tratamiento. La orquiectomía y los agonistas de la hormona liberadora de hormona luteinizante causan con frecuencia efectos secundarios tales como impotencia, sofocos o bochornos y pérdida del deseo sexual. Cuando se toma por primera vez, un agonista de la hormona liberadora de hormona luteinizante puede hacer que empeoren por un corto tiempo los síntomas del paciente. Este problema temporal es como una llamarada. Sin embargo, el tratamiento causa que baje gradualmente el nivel de la testosterona en el hombre. Sin testosterona, el crecimiento del tumor se hace más lento y mejora el estado del paciente. (Para evitar este período de agravación, el médico puede dar al paciente un antiandrógeno por un tiempo junto con el agonista de la hormona liberadora de hormona luteinizante).

Los antiandrógenos pueden causar náuseas, vómitos, diarrea o crecimiento o sensibilidad de los senos en el hombre. Si se usa por largo tiempo, el ketoconazol puede causar problemas del hígado y la aminoglutetimida puede causar erupciones de la piel. Los hombres a los que se les hace un bloqueo total de andrógenos pueden experimentar más efectos secundarios que quienes reciben un método único de terapia hormonal. Cualquier método de terapia hormonal que baja los niveles de andrógenos puede contribuir a debilitar los huesos en hombres de edad avanzada.

Cuidado de seguimiento


Durante el tratamiento y después de éste, el médico seguirá observando al paciente. El médico lo examinará con regularidad para asegurarse de que la enfermedad no ha regresado o progresado y decidirá qué otros cuidados médicos son necesarios. Los exámenes de seguimiento pueden ser de rayos X, escanogramas y análisis de laboratorio, así como el análisis del antígeno prostático específico en la sangre.