Métodos de tratamiento.

El tratamiento para cáncer de próstata puede comprender la espera vigilante, cirugía, radioterapia o terapia hormonal. Algunos pacientes reciben una combinación de estas terapias. Además, los médicos están estudiando otros métodos de tratamiento para saber si son efectivos contra esta enfermedad. (La sección “Promesa de la investigación del cáncer” tiene información acerca de los estudios de investigación).
La espera vigilante se puede recomendar para algunos hombres que tienen cáncer de próstata que se encuentra en un estadio o etapa inicial y que parece que está creciendo lentamente. La espera vigilante se puede aconsejar también para hombres de más edad o para los que tienen otros problemas médicos graves. Para estos hombres, los riesgos y los efectos secundarios posibles de la cirugía, radioterapia o de la terapia hormonal pueden tener más peso que los beneficios posibles. Hombres con cáncer de próstata en etapa inicial están participando en un estudio para determinar si el tratamiento puede ser necesario y efectivo, y en cuáles situaciones. (Vea la sección: “La promesa de la investigación sobre el cáncer de próstata”, para información acerca de este estudio).

La cirugía es un tratamiento común para cáncer de próstata en etapa inicial. El médico puede extirpar toda la próstata (un tipo de cirugía llamado prostatectomía radical) o sólo una parte. En algunos casos, el médico puede usar una nueva técnica conocida como cirugía conservadora de nervios. Este tipo de cirugía puede salvar los nervios que controlan la erección. Sin embargo, es posible que los hombres que tienen tumores grandes o tumores que están muy cerca de estos nervios no puedan tener esta cirugía.

El médico puede describir los tipos de cirugía y puede explicar y comparar sus riesgos y beneficios.
En la prostatectomía retropúbica radical, el médico extirpa toda la próstata y los ganglios linfáticos cercanos por medio de una incisión en el abdomen.
En la prostatectomía perineal radical, el médico extirpa toda la próstata a través de una incisión entre el escroto y el ano. Los ganglios linfáticos cercanos se extirpan algunas veces a través de una incisión separada en el abdomen.
En la resección transuretral de la próstata, el médico extirpa parte de la próstata con un instrumento que se inserta a través de la uretra. La parte cancerosa es cortada de la próstata por electricidad que pasa por un aro pequeño de alambre en la punta del instrumento. Este método se usa principalmente para extirpar tejido que obstruye el flujo de la orina.
Si el patólogo encuentra células cancerosas en los ganglios linfáticos, es probable que la enfermedad ya se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Algunas veces, el médico extirpa los ganglios linfáticos antes de realizar una prostatectomía. Si el cáncer de próstata no se ha diseminado a los ganglios linfáticos, el médico extirpa entonces la próstata. Pero si el cáncer se ha diseminado a los ganglios, el médico generalmente no extirpa la próstata, pero puede sugerir otro tratamiento.

Estas son algunas de las preguntas que un paciente podría hacer a su médico antes de someterse a la cirugía:
¿Qué tipo de operación me harán?
¿Cómo me sentiré después de la operación?
Si tengo dolor, ¿cómo me podrá ayudar usted?
¿Cuánto tiempo estaré en el hospital?
¿Cuándo puedo regresar a mis actividades normales?
¿Tendré efectos secundarios permanentes?
¿Qué probabilidades tengo de recuperarme por completo?